La táctica
Se entiende
por táctica ajedrecística, al conjunto de procedimientos,
generalmente implicando una o unas pocas jugadas, por las que un jugador
intenta ejecutar en el tablero una idea sencilla. El objetivo de una maniobra
táctica es obtener algún tipo de ventaja, entre las cuales la más característica
es ganar material.
Por la forma en
la que se mueven las piezas, surgen maniobras tácticas características.
Por ejemplo, el
caballo es capaz de atacar dos casillas alejadas entre sí y sin que importe el
que haya muchas piezas alrededor. Eso favorece el que esa pieza pueda realizar
con frecuencia ataques dobles (llamados también horquillas). Como
su nombre indica, un ataque doble es aquél en el que se ataca a la vez dos
piezas, de forma que una de ellas será necesariamente capturada.
Otro ejemplo es
la maniobra conocida como clavada en donde se ataca cierta
pieza por una fila o diagonal y resulta que ésta no puede retirarse (“está
clavada”), dado que si lo hace, otra pieza más valiosa que se encuentra tras la
pieza atacada en esa fila o diagonal quedaría amenazada. También existe la desviación, en la que una pieza es
obligada a abandonar su lugar, en el que ejercía una tarea defensiva. Existen
muchas otras maniobras típicas semejantes, que se producen muy frecuentemente y
con las que todos los jugadores se familiarizan pronto.
Un tipo
particular de maniobra táctica se conoce como combinación en
donde uno de los bandos, muchas veces sacrificando material, fuerza al otro a
realizar una serie de jugadas so pena de perder la partida. El objetivo de una
combinación es obtener a cambio del material sacrificado ventajas más
importantes, tales como el jaque mate, o bien recuperar con creces el material
más adelante. Algunas combinaciones requieren de un alto grado de originalidad
y fantasía, por lo que son uno de los aspectos más espectaculares del ajedrez
La estrategia
Se conoce como estrategia
ajedrecística al conjunto de planes que realiza un jugador en una
partida a medio o largo plazo. Las decisiones estratégicas pueden influir en el
futuro de una partida durante muchas jugadas, o incluso en su totalidad.
Un ejemplo típico de decisión
estratégica es la de eliminar piezas con el fin de alcanzar un final de
partida. Esto puede ser ventajoso en diversas ocasiones. Por ejemplo, si se
tiene ventaja material, dicha ventaja suele ser más fácil de explotar cuanto
menos piezas existan. Por otro lado, si el contrario tiene la iniciativa o
incluso un fuerte ataque, cambiar piezas puede también contribuir a que dicha
iniciativa o ataque se disipe. La decisión estratégica de gran alcance debo
cambiar piezas debe entonces llevarse a la práctica por
medios concretos, tácticos.
En la estrategia ajedrecística se
suelen definir dos tipos distintos de elementos. Por una parte, están los elementos estáticos, que influyen en la
partida durante largos períodos. Por otro lado, están los elementos dinámicos, que influyen durante un periodo más breve.
A menudo, las decisiones
estratégicas consisten en elegir cuál entre todos los elementos es el más
importante. Por ejemplo, a menudo es posible al principio de la apertura
conseguir capturar un peón a cambio de un considerable retraso en el desarrollo
de las piezas. La pregunta es cuándo la ventaja estática que supone el disponer
de más material se verá compensada por la ventaja dinámica que confiere el
tener un mejor desarrollo. Esta comparación entre ambas ventajas será lo que
hará que un jugador se arriesgue o no a realizar la maniobra de captura.
Son típicas ventajas estáticas:
§ Disponer de más material.
§ Una mejor estructura de peones.
§ Controlar más espacio, especialmente en el centro del tablero.
§ Una mejor posición del rey.
§ Piezas móviles contra piezas constreñidas por peones fijados.
§ Pareja de alfiles contra alfil y caballo o dos caballos.
Mientras que son típicas ventajas
dinámicas:
§ Mejor desarrollo, en la apertura.
§ Ganancia de tiempo.
§ Disponer de la iniciativa o poder iniciar un ataque.
§ Piezas mejor coordinadas.
Un concepto fundamental dentro de la
estrategia ajedrecística es la formulación de un plan de juego en
donde el jugador establece lo que desea obtener de una posición. Es en la
ejecución del plan de juego, es decir, el paso de las ideas estratégicas
generales a la ejecución táctica, donde surge el conflicto entre ambos
jugadores.
A las decisiones estratégicas se las
llama también decisiones posicionales, y al
juego que se desarrolla sin obvios motivos tácticos, de forma lenta y
progresiva, se le suele llamar juego posicional. Los jugadores
también se suelen calificar como posicionales o tácticos, según cuál sea su
punto más fuerte.
En la mayoría de los casos, puede
determinarse según el conjunto de aperturas usadas por un jugador, según sean
abiertas o cerradas, la tendencia a adoptar sistemas posicionales donde se
resuelvan a largo plazo y planes menores o tácticos para los que usen aperturas
abiertas.
Relación entre táctica y estrategia
Para jugadores poco avanzados, la
partida es simplemente una sucesión de episodios tácticos, a menudo no
relacionados entre sí. Las partidas parecen ganarse o perderse casi por azar,
por ejemplo al “hacer una mala jugada” que pierde material. Al avanzar en el
juego, sin embargo, los jugadores adquieren un control tal que los errores más
graves van desapareciendo. A partir de entonces, el juego a menudo se define a
favor de quien posee una mejor comprensión de cómo jugar una determinada
posición, un mayor entendimiento estratégico.
En general, puede decirse que la
táctica es lo más importante para ser un jugador fuerte, dado que el cálculo de
variantes concretas sin excesivos errores es esencial para poder jugar a un
alto nivel.
Sin embargo, la inmensa mayoría de posiciones
de ajedrez son tan complicadas que el simple cálculo no basta para orientarse y
por tanto, se debe recurrir en muchas ocasiones a evaluar las opciones
existentes mediante una visión global de cómo va a desarrollarse la partida a
medio-largo plazo.
Normalmente un jugador que es muy
fuerte estratégicamente y más débil tácticamente usará con frecuencia su intuición en
sus decisiones. Los jugadores muy avanzados son capaces de desarrollar una
intuición ajedrecística que les permite descartar rápidamente las jugadas
erróneas sin apenas calcular.
Por tanto, un gran jugador será
aquél que obtenga un buen equilibrio entre táctica y estrategia. Aun así, cada
jugador tiene puntos fuertes y débiles.
Fantastico Analisis ....Gracias
ResponderEliminarESTA MUY DIVERTIDA GRACIAS
EliminarGracias por la informacion.
ResponderEliminarfelicitaciones por compartir tus interesantes artículos
ResponderEliminar.
ResponderEliminarExcelente explicación y análisis.
Muy bien analizado. Con mucha inteligencia. Gracias.
.
ESTÁ MUY DIVERTIDA
ResponderEliminarNo entendi
ResponderEliminarentiendo. muy bueno. pareciera en el ajedrez que hay un momento de como que el tiempo es congelado y el otro osea el atacante puede hacer todo mientras el que se defiende esta congelado.
ResponderEliminarMuy buen material gracias, soy veterano: pero me gusta el ajedrez, y no hay edad para aprender.
ResponderEliminar